sábado, 26 de noviembre de 2011

VERSIÓN Y PERVERSIÓN DEL ROMANTICISMO. (I) Horror real, horror ficticio

A veces me pregunto cuál es la base del arte –partiendo del hecho de que, ante la imposibilidad de respuesta, ya no me pregunto qué es arte. 

         Shock. Catarsis. Voyeurismo. Imaginación. Creatividad. Horror. Sensacionalismo. Pensamiento. Amenaza. Crítica.

O un horror creativo cuya contemplación, en clave voyeurista, abre un camino de introspección morbosa, cuyo shock se ve reducido en cuanto la amenaza que provoca el horror es fingida. Imaginada. Pensada. Si el Romanticismo se basaba en esa sensación de realidad que ahondaba en la sensibilidad del espectador, tal vez algunas tendencias del arte actual quieran recuperar la idea.

Versión y perversión.


T. Géricault. La loca. 1822

Partiendo de la contemplación de una situación horrorosa puede darse una respuesta estética. Pasado el miedo inicial, un miedo basado en la amenaza de lo horroroso frente a nuestra propia integridad o supervivencia, aquello que causa horror genera, a la vez, una atracción irracional. Una respuesta a la que Burke tal vez concedería en llamar sublime. Pero no conviene olvidar que el origen de la situación es real. En clave romántica, esa sensación trasladada al arte sería sentida. Trasladada a la actualidad, la sensación es fingida, amenazadora en cuanto el horror es mediatizado

Fotograma de Psicosis (1960)


El receptor romántico siente. El receptor actual, sobresaturado de horror mediatizado, siente la realidad como si fuese ficción, puesto que no hay una cercanía emocional. ¿Pero y si fuese precisamente la traslación artística de una situación horrorosa la que invirtiese los límites emocionales del espectador? Un espectador con sus capacidades emotivas trastornadas, un receptor que siente más cercano lo ficticio que lo real. Que siente el horror ficticio más que el horror real. O un espectador que se siente éticamente libre sintiendo horror y morbo en la ficción.

7 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=0O8ravhAdrE

    nostalgia de lo siniestro ;)

    ResponderEliminar
  2. Creo que lo que planteas es muy interesante. Parte de esta percepción actual reside, a mi modo de ver, en que casi todo es efímero, todo sucede con la vertiginosidad de la noticia exclusiva, todo es asépticamente apartado de nosotros, bien sea por la pantalla de una televisión, la de un ordenador, el visor de una cámara... la realidad intangible, apartada del sentimiento, acaba por hacerse lejana, intangible, casi imaginaria, imprecisa dentro de su precisión, e incluso deforme.

    ResponderEliminar
  3. Una cuestión difícil de explicar. Pienso que el mundo está patas arriba y nuestra sensibilidad con él, que hemos perdido el norte si no es que nosotros mismos estamos perdidos.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Ana, sobre el enlace que aportas de Rabbits... Solo podría decir dos palabras que no son ni "lo siniestro" ni "qué barroco". Diré simplemente ES LYNCH.

    :)

    ResponderEliminar
  5. Margarita, es cierto que lo mediatizado incluye una idea de (in)media(tez). Todo es lejano salvo lo que no afecta directamente a la integridad del yo. Esto daría para hablar del narcisismo contemporáneo... ¡Me has dado una idea!

    Gracias por tus profundas reflexiones.

    ResponderEliminar
  6. Aloaz, estoy completamente de acuerdo. Creo que hasta el norte se ha perdido a sí mismo. Tendremos que crear una nueva idea de orientación.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Mi mensaje se ha perdido. El encanto de un Internet demasiado imperfecto. Tecnologías con pies de barro. Malos tiempos para el Romanticismo. Quince minutos reflexionando y mi esforzado escrito en la letrina virtual. Ahora estoy en Word. ¡Nunca jamás volveré a escribir algo on line!
    Pues decía que la vieja catarsis anda un poco perdida entre tanta atracción irracional. Quedan pocos románticos contemporáneos: la mayoría anda pervirtiéndose, se revuelca entre comodidades, ya no le da una oportunidad al sueño imposible.
    ¡Ah, los auténticos…!

    ResponderEliminar